14 de octubre de 2014

Sobre el toque de La Vida Bohème.


Hace tanto que La Vida Bohème no pisaba Venezuela que ya se me había olvidado que eran de aquí. Normal, pues, están cosechando los frutos de su trabajo y se están empapando en el éxito internacional. Y estoy feliz por ellos, en serio. Sin embargo, a pesar de la tensión constante que hay en el país, la pelazón de bola y la antipatía colectiva, estos cuatro chicos han decidido hacer una gira GRATUITA por el país. Por el país. Siendo el país Maracaibo, Barquisimeto y Caracas.

Okay, depinga.

No se imaginan lo contenta que me puse porque además de que venían, era gratis, así que sería un gasto menos por el qué preocuparme (vivo en Cabimas, lejos, soy pobre y los taxis están sangrientamente caros). Lo que mi inocente cabeza no figuró es que el toque sería en el Bellas Artes, y no sólo eso, sino que darían los pases para poder entrar (gratuitos, evidentemente). Da la casualidad de que los repartirían durante tres días, y el primer día era el miércoles, que afortunadamente los tengo libres a pesar de que llego a la universidad a las seis de la mañana sin falta, y la universidad me queda cerca del Bellas Artes. Un negocio redondo, podría decirse: la ruta me deja en LUZ, y a eso de las ocho me lanzo al Bellas Artes. La cuestión es que el Bellas Artes desde el lunes estuvo diciendo que ellos NO tenían las entradas aun, y todavía el martes en la noche dijeron que NO se fueran a echar el polo el miércoles para allá porque ellos NO tenían las entradas, y que querían evitarles la MOLESTIA a las personas. Así que ese día en la mañana no fui.

El retiro de las entradas se realizaría de ocho a doce y de dos a seis de la tarde, si mal no recuerdo, pero a las tres de la tarde, cuando vinieron a publicar que ya las entradas estaban en el sitio, ¡qué sorpresa! ¡¡¡SE HABÍAN AGOTADO TODITAS!!! Que yo estuviera en clases mientras todo eso pasaba, ciertamente, no es problema de nadie. Pero el descaro, el truco y la mafia del lugar es, por demás, algo que se debía esperar en un país como este, con gente así (ustedes entienden). Me informaron incluso que, afuera de las instalaciones, estaban los vigilantes vendiendo las entradas a 300Bsf cada una. No lo puedo confirmar, no me crean, pero a mí, personal y subjetivamente, se me hace muy difícil ponerlo en duda.

Al final me sentí muy mal porque LVB es una de mis bandas favoritas de todos los tiempos, y no poder verlos en vivo, aún cuando son venezolanos, me jode constantemente. Siempre se presenta algún obstáculo, que no tiene nada que ver con ellos, pero que no por eso deja de darle arrechera a uno.

Naturalmente, no hay nada en este mundo que pueda evitar que, cada vez que mi iPod los pone por CASUALIDAD, no esté cerca de causarme una úlcera.


Pero claro, como Maracaibo no puede ser el centro de la mafia y la maldad absoluta, luego me enteré que en Barquisimeto se dio una situación similar, y no dudo que en Caracas también. Así que cientos de bobos como yo nos quedamos sin entrada, y ningún amigo mío, admirador de la banda, consiguió entrada tampoco. No sé si los que consiguieron entrada, con trácala o no, están conscientes de lo muy afortunados que son, porque los que no las conseguimos sí estamos conscientes de la mala leche que tenemos.

Así que disfruten de su toque, hoy en la noche. Sean felices. Pero créanme que si se les espicha un caucho, si se les cae el techo del Bellas Artes encima, yo no estaré regocijándome. No, yo soy una buena persona. No estoy aquí, consumiéndome lentamente por la arrechera que me da no poder ir. Sé que no puedo desearles mal a los que pueden ir porque ciertamente no es culpa suya si las consiguieron limpiamente, pero no puedo evitar sentir envidia, así que bueno, eso: pueden ir a mamarse el webo de un vagabundo que no se bañe. Fin.

XO~

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