Escoñeté la mica de mi teléfono. Es que lo digo, y no lo creo. Ha sido una semana loca, me acuerdo siempre de escribir aquí, me da pánico por los días que pasan, pero al final no lo hago. Es muy loco, pero en fin. Estaba con mis amigos, tomando (la verdad no tomamos mucho, estábamos bastante sobrios) y pues en una de esas nos ponemos a jugar cartas. Mi teléfono estaba conectado a la corneta porque ahí teníamos la música, estaba sobre la mesa sin forro porque no le cabe el cable con el forro puesto. En una de esas, ni siquiera sé cómo, se cayó bocabajo en el suelo y nada más por el sonido supe que se había roto la mica.
Nunca antes me había pasado algo así, yo soy muy cuidadosa, nada se me daña, nada se me pierde, y en las contadas veces que me ha pasado me afecta mucho porque NO me suele pasar. No me duele la mica, me duele el hecho. Es como si mi teléfono supiera que compré uno nuevo, que viene en camino, y se quiso suicidar (hahahha). Igual lo voy a arreglar, duró intacto dos años; por lo general mis teléfonos quedan intactos cuando los cambio por otros, pero damn, son, qué horrible vivir esa experiencia.
No quiero que se repita la ocasión.
♡
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