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13/04/15

Una vez un profesor me dijo que el arte no es un oficio de domingo; que mientras estaba joven y miraba libros sobre Picasso se fijó que él no fue un ingeniero/artista, no fue hombre de dos profesiones. Así que asumí que, si realmente quieres brillar en lo que te gusta, lo principal es creer en ello. Esa anécdota se me quedó grabada en la mente y la traigo hoy aquí, para compartirla con ustedes.

Si nos vamos a las vidas de los grandes del arte y la literatura nos damos cuenta que eran escritores y artistas a tiempo completo. Francis Bacon fue pintor y Chuck Palahniuk es escritor. Indiferentemente de lo que pinten, de lo que escriban, las ramas y los senderos que pueden tomar ambas profesiones, el punto es que hacen e hicieron lo que les gusta, y al menos de su parte les trajo frutos.

Venezuela es el país donde muchos se gradúan de una cosa y terminan haciendo otra, principalmente, por necesidad. Y yo no quiero ser así. No quiero quedar atrapada en una realidad que me limita la libertad de decisión a lo que hay y a lo que tienes que hacer para tener dinero. Lo cierto es que, y apenas hace poco caí en cuenta de ello, no importa cuánto talento tenga ni qué tan inteligente sea; si no pongo en orden mis estrategias me voy a quedar aquí, varada y triste, pensando en todas las cosas que quiero hacer y no estoy haciendo.

No quiero que mi pasión y mi oficio se dividan sólo porque no puedo prescindir del dinero.