25 de diciembre de 2015

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25/12/15

Una vez en una reunión familiar en Barquisimeto, en el apartamento donde solía vivir pero que en ese entonces ya le pertenecía a una tía, mi primo y yo nos fuimos a la azotea a acostarnos en el piso, a mirar las estrellas y hablar paja de todo; de la familia, de ciencia, de música, hablamos muchas cosas interesantes. Creo que es importante tener personas así en tu familia; son los que están más cerca de entenderte completamente. Tengo dos años que no veo a mis primos porque están en España, y extraño mucho esos momentos; ir a sentarnos a la noche en el faro de la granja a filosofar y entendernos. No hay una amistad más sincera que la de ellos; es un vínculo muy bonito porque no hay filtros ni pudores ni vergüenzas. No hay tópico que no se pueda tocar y nunca se puede ser lo suficientemente extraño a este mundo con ellos. Las rarezas se llevan en la sangre.

And now i realise just i how much a really, really miss em; they're my partners in crime, and now they're so far a away it's hard not to feel alone and strange in the family, with no one around my age and taste by my side. Fucking hell.



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