Desde ayer estuve pensando en cambiar el formato de los títulos de este año, se sentían muy genéricos, impersonales, aunque hay días en que no tengo título qué poner, a veces se me ocurren, y con el "2018: #000" no había forma de ponerlos sin saturarlo todo. Así que bueno, el año en las etiquetas, el día al inicio y el resto del título, si decido poner uno, vendrá después.
Ahorita tengo un papel en blanco frente a mí, a punto de dibujar una Divina Pastora que me encargaron, como todos los enero desde hace tres años, y todavía estoy maquinando cómo hacerla. Mientras, me estoy tomando un cafecito, porque a mí el café me gusta de noche especialmente, mientras escucho una canción que nunca antes se me había pegado, y ahora, por alguna razón, me provocó escucharla.
Huh, a mí nunca me ha gustado la música de Ed Sheera, ve tú a saber porqué.
Hay acontecimientos personales que me tienen la cabeza vuelta un nido, aunque sé lo que quiero hacer, y que eventualmente voy a hacerlo, tenerlo nada más en mi mente lo hace ver como un suceso ficticio, que nunca llegará a pasar.
Creo que de las cosas cruciales de la vida, aprender a desprenderse de los orgullo es una de las más importantes.Y no es que yo pretenda que este texto, o estos textos, tenga mucha coherencia; apenas me estoy poniendo cómoda, baby. Pero sí, mi cabeza, un nido; estas cuestiones sociales no son mi fuerte.
En fin, seguiré con lo mío, con la Divina, luego les muestro cómo quedó.
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