Qué rico es el maní. Hoy me dí un gusto y me compré una bolsita de maní que cuesta la séptima parte de un sueldo mínimo. Sí, el sueldo mínimo equivale a siete bolsitas de 175g. de maní.
La economía aquí está tan loca que yo, trabajando como "artista" independiente, puedo darme ciertas libertades por ganar en dólares (dólares que casi no me gusta tocar porque uno nunca sabe). No puedo comprarme una casa (todavía), pero si tomamos en cuenta que la laptop que compré en dólares salió más cara que el carro que acaba de comprar mi mamá, pues, quién sabe, a lo mejor este 2018 me ven con carro. Y eso que todavía no aprendo a manejar.
Es horrible la devaluación del trabajo que conlleva la devaluación de la moneda. Que el trabajo que personas hacen con mucho esfuerzo, en la quincena, no les alcanza ni para un par de zapatos, qué les digo para comer, o para darse el lujo de un helado. Porque eso es un lujo, tener qué comer en tu casa es un lujo.
Y hasta te da culpa, porque antes de comprar una banalidad que DEBERÍAS tener el derecho de comprarte porque, pues, trabajas, piensas en la comida que NO hay en tu casa, y si ese gasto que estás por hacer más vale lo usaras para completar para el queso o el pan.
¿Quién realmente compró ropa en diciembre? O durante todo el año, para ser más francos.
Sí, exacto.
♡
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