Me siento mejor, más como yo, más estable, pero no es eso de lo que vengo a hablar. Quiero escribir, creo que siempre vengo con esa llorantina, la cuestión es que acabo de tener una revelación, y es que lo más probable es que, esa novela que comencé hace como cinco años y quiero continuar, tal vez no me tiene emocionada.
Bueno, pasaron cinco años, de repente es hasta obvio.
Pero estuve recordando esta novela que empecé hace como cuatro años. Difícilmente empecé, y cuento porqué: era un distopía, acababa de leer varios libros distópicos y estaba muy interesada en el tema (como medio planeta tierra). El asunto es que yo quería hacer algo que tuviese pie en América Latina, años en el futuro, incluyendo poblaciones indígenas y un montón de cosas interesantes más. Digo que difícilmente escribí porque pasé MESES investigando de todo lo que quería poner en la historia, hice mapas mentales, documentos separados de todo lo que investigaba y me gustaba, hasta bocetos llegué a hacer de los personajes. Por fin, escribo el primer capítulo, ¿y qué pasa? Mi laptop colapsa, tocó resetearla y perder todo. Fue un tremendo golpe para mí luego de tanto esfuerzo, tantos detalles, para al final perderlos de esa manera, ya cuando estaba lista y dispuesta a escribir mi novela.
No la miré más, no pude, me sentí desolada, y casi cinco años después la recuerdo y me sigue gustando, creo que es una buena idea, aunque haya olvidado mucho de lo que me emocionaba. De repente la exploro otra vez, creo detalles nuevos, o me ilusiono con una nueva historia para comenzar de nuevo, fresca.
Veremos.
♡
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